Este señor, persona llena de humor, simpatía y generosidad, es un artistazo. Se llama Joaquín
Francisco García y firma Chipola.
Aquí lo vemos en otra foto, posando respetuosa
e hieráticamente delante de la gente a la que está dando vida.
La mayoría,
sin duda, conocerá algo de su obra. Quien no la conoce… ¡NO LEVANTE LA MANO!
Por favor, que tenga vergüenza y busque a través de Google conocerla.
Pero yo
quiero ayudar. Aquí está su blog: http://www.chipola.es/. Y sobre él y por él
mismo encuentran aquí bastante información: http://www.chipola.es/acerca-de/ . Admiren
su imaginación, su elegancia, su buen gusto, su talento. Es alguien que sabe
que arte sin belleza no es posible. Sin duda que la publicidad en España perdió
muchísimo de su lado más noble cuando su agencia, Contraplano, cerró puertas
hace tres años.
Joaquín
García entró en la vida de Manuel Caldas (ya saben: el portugués ese que hace
ediciones de cómics para el mercado español) a comienzos de 2006 para comprarle
los volúmenes de Príncipe Valente que había
publicado en Portugal y en portugués. Después de haberlos recibido le escribió
palabras de gran admiración: “Usted tiene una edición que sobrepasa largamente
los mejores elogios que hayan podido decirse de ella”, “una edición ante la que
palidecen los calificativos. La definitiva. Yo no espero tener otra mejor...
pero sí espero tenerla toda. Gracias por su trabajo”.
Puesto que
como todo ser humano Manuel Caldas tiene defectos, decidió aprovecharse de la reverencia
del gigante hacia el enano. ¡Decidió pedirle una obra suya!
Pero solo se aprovechó, no abusó, pues le pidió una
cosa sencilla, realmente sencilla, algo que no le hubiese costado un dispendio
grande de sus energías creativas.
¡Pero el
querido Joaquín García era más generoso de lo que le era a Manuel Caldas
legítimo esperar! Cómo consideraba que el portugués le había con su edición “regalado
una forma distinta y más profunda de apreciar a Foster” ¡decidió agradecérselo
con una pintura realmente grande!
¡Además, le
daría la posibilidad de hacer lo que NADIE había hecho nunca en su estudio: elegir
entre 3 cuadros muy especiales uno que después le enviaría! ¡Así de simple y
así increíble!
La
continuación hay que contarla detenidamente.
Anunciada
la cosa, procedió al envío de fotos de los cuadros, acompañadas de
observaciones y explicaciones muy personales. Así:
“Empezamos
con el BLUES.
“Es el más grande de todos, 75x105 en un soberbio
soporte ARCHES ACUARELA. El dios de los papeles. Es un acrílico con realces de
creta negra. Alegre y algo waltdisneyano... verás en la firma que está hecho en
dos veces separadas por años. Donde lo pongas eclipsará todo. Enmarcado debe
medir al menos 85x115 y sugiero un formato barato. Un fondo (verde oscuro o
negro) sobre el que se fija LA OBRA DE MANERA QUE QUEDE ENMARCADA POR EL COLOR
DEL FONDO POR TODOS LOS LADOS. Que se aprecie su perfil y barba del papel. No
pasa inadvertido y es divertido cada vez que lo mires... año tras año.”
La segunda
opción sería “La Vida Vivida”:
La descripción
de Joaquín García:
“Los viejos
músicos de jazz llenos de sabiduría, humildad y un conocimiento vertiginoso de
los instrumentos son el tema que mejor ha sido acogido por los que han
apreciado mi obra.
Me gusta hacerlos sobre superficies que no permiten modificar la pincelada, es decir, "alla prima" o al primer toque: Tienen por ello una gran frescura de acabado y resolución. Este guitarrista con ropa de los domingos, discreto y digno como una esfinge y con el brillo del flash en las gafas que lo hace casi ciego, me emociona. Por su carga de humanidad y solidez.
El original mide 42x60 lo cual, enmarcado como el BLUES, dará un cuadro de unos 52x65. No hay que recortar el soporte, el papel que exige esa técnica, sino PEGARLO AL VACÍO CON ADHESIVO SIN AMONIACO, de los que no manchan los soportes con el tiempo. Sobre una tabla o cartón rígido.”
Me gusta hacerlos sobre superficies que no permiten modificar la pincelada, es decir, "alla prima" o al primer toque: Tienen por ello una gran frescura de acabado y resolución. Este guitarrista con ropa de los domingos, discreto y digno como una esfinge y con el brillo del flash en las gafas que lo hace casi ciego, me emociona. Por su carga de humanidad y solidez.
El original mide 42x60 lo cual, enmarcado como el BLUES, dará un cuadro de unos 52x65. No hay que recortar el soporte, el papel que exige esa técnica, sino PEGARLO AL VACÍO CON ADHESIVO SIN AMONIACO, de los que no manchan los soportes con el tiempo. Sobre una tabla o cartón rígido.”
Y la
tercera opción sería esta, “Ritmo”:
“Se trata de una pintura de movimiento, ritmo
y sonido multicolor como lo es el jazz. Es una obra sobre lienzo de lino (el
mejor de los lienzos) sobre un bastidor recio de 6 centímetros de grosor que
salen de la pared. Estos lados también están pintados, por lo que aconsejo a que
NO SE ENMARQUEN pues quedan excelentes al paso viendo como el lado del lienzo
anticipa (cuando lo ves de lado, antes de llegar a verlo de frente) y se
integra en el cuadro... por los cuatro lados. Las pinceladas y el esfuerzo
llenan el aire de ritmo y están producidas por dos músicos de contraste.
“En los inicios del jazz hubo muchas
de estas parejas: Keppard era una montaña como dos Armstrong juntos. Y los más
pequeños con trombón de varas o contrabajo se situaban a sus lados.
“Si hay un
tema alegre y vital entre los 3, es este. Mide 60x72 (y 6 de fondo).”
Y fue así: Manuel
Caldas tenía delante de si tres maravillas artísticas y la grave tarea de
elegir una. Entonces, intentando olvidar la alegría de los “Blues” y la emoción
de “La Vida Vivida”, disfrutando del honor único de haber entrado en el estudio
de Joaquín García revestido del poder de elegir una obra suya, eligió… el ritmo
al que compenetradamente se entrega un dúo que bien pueden ser padre e hijo unidos
en un mismo sentimiento.
¡Y aquí
está la obra en la casa de Manuel Caldas! Su sala de estar está ahora más
luminosa y se ha hecho más grandiosa (a pesar de que la foto es bastante mala -- calidad Ipad).
Gracias, Chipola.
Y
ustedes, si quieren un cuadro de Joaquín García ya saben: ¡a comprárselo! Búsquenlo
en Murcia, en la avenida Abenabari número 3. O intenten adquirir un original de
sus extraordinarios chistes o de sus deliciosas tiras de “La Familia Chipola”.
¡Viva
Chipola! (Les dejo un cuadro ajeno al jazz: “Fin de la Función”)
Leónidas
expresivo 100 x 100...
ResponderEliminarMuy bueno!
ResponderEliminarUd. disfrute con su cuadro, que nosotros disfrutamos con sus publicaciones.
ResponderEliminarPonga un Chipola en su vida y será más feliz... ¡Enhorabuena a Manuel!
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