Pocos lo
sabrán, o creerán importante, pero la restauración hecha por Manuel Caldas de las
magníficas planchas dominicales y tiras diarias con las aventuras del teniente
Lance St. Lorne, primeramente publicada por él mismo en ediciones para Portugal
y España, fue adquirida sucesivamente por otros editores. La foto lo demuestra,
de izquierda a derecha, de arriba para bajo: en primer lugar, la edición en
lengua portuguesa, seguida de la edición en lengua española, ambas en cuatro álbumes
de tapa blanda; después, la edición hecha en Alemania, en cinco álbumes de tapa
dura; la hecha en Noruega, en cuatro de tapa dura; otra hecha en el mismo país en
un solo tomazo de 262 páginas y, evidentemente, tapa dura; y, por fin, la hecha
en Serbia, de la que falta publicar los últimos dos de los cuatro álbumes.
¿Y en el país
de origen de “Lance”? ¿En Estados Unidos no hubo hasta hoy un editor interesado
en publicar uno de sus clásicos de los comics? Pues antes de los otros países
europeos no lo hubo. Solo el año pasado por fin un editor americano, Charles
Pelto (el de Classic Comics Press, que publica “On Stage” y “The Cisco Kid”, por
ejemplo), mostró su interés y entró en contacto y acuerdo con Manuel Caldas. Y
llegó a anunciar su edición en su Facebook, pero problemas de salud la están retrasando,
esperando que aparezca en 2017 (será en un solo volumen).
A sus 17 años,
Manuel Caldas descubrió “Lance” y empezó su búsqueda de cada una de las páginas
y cada una de las tiras, búsqueda que se prolongó por 30 años. Nunca en su
juventud le pasó por la cabeza que sería él, precisamente él, un insignificante
portugués, quien un día haría la primera reedición integral de la serie. Ni
tampoco pensó que podría estar por detrás de todas las que se harían en seguida.
¿Es posible
que alguien así se resista al demonio de la vanidad?
Vuestro,
Leónidas