"Drago" de Burne Hogarth se estrenó en los periódicos de Estados Unidos en 1945-46 y se reeditó por primera vez en 1971, en Francia, en un tomo de Editions SERG. El prefacio decía que las planchas, en blanco y negro, se reproducían de pruebas originales, pero era una estafa: de las 54 que constituyen la serie, solo para 34 se utilizaron realmente pruebas, y las otras 20 tenían bastante mala calidad. Inclusive, varias de aquellas 34 estaban mal reproducidas, al no captar muchas de las líneas más finas del dibujo. Y fue con base en esa edición -- en su época un auténtico lujo -- que en los años siguientes se hicieron todas las ediciones de "Drago", perpetuando sus defectos, empeorándolos o añadiendo otros. En España, la editorial Pala le añadió color, el horrible color que caracterizó la edición de "Príncipe Valiente", entre otras, de Buru Lan.
Muestra de parte de una plancha en la nueva edicion (arriba) y en la de Pala...
Ahora, por fin, casi 80 años después de su creación, la obra más personal de Hogarth se publica de forma perfecta: con el dibujo restaurado (por Manuel Caldas y Diego Córdoba), el color original y de puntitos como el de los periódicos (trabajo también de Diego Córdoba) y una traducción (también de Diego Córdoba) a partir del original. ¡Un verdadero hito en la historia de las reediciones! Pero el libro incluye, además de las 54 planchas de la serie, una excelente introducción escrita por Eduardo Martínez-Pinna, un erudito texto sobre la restauración y algunas cosas más.
64 páginas, tamaño 24,5 x 32, tapa blanda con solapas.
El libro aparecerá en librerías en octubre, pero está ya disponible en el editor y empezará a ser enviado a partir del 2 de septiembre a los interesados. El precio es de 21 euros y los gastos de envío gratis para España y Portugal. Seguirá por correo económico (que aun así es caro), pero si alguien quiere recibirlo con más rapidez deberá añadir 5 euros. Pagos por Paypal (a familiares y amigos) o transferencia bancaria (IBAN: PT50003506660003845690063 ; BIC/SWIFT: CGDIPTPL), sin olvidar el editor, que, supongo, ya habrán adivinado que no es otro que el mismísimo Manuel Caldas (mcaldas59@sapo.pt), el portugués.
Vuestro,
Leónidas