Desde hace ya muchos meses bastantes personas
escriben a Manuel Caldas impacientes por la salida del ochavo volumen de “Príncipe
Valiente”, que publicará la editorial uruguaya La Imprenta. Se quejan que no
comprenden por qué está tardando tanto. Algunas, inclusive, le echan a la cara
que la edición de Fantagraphics tiene ya, en tres años, seis volúmenes
publicados. Otras le dicen que, si no hay pruebas de donde reproducir, hay antiguas
ediciones que contienen muchas páginas buenas que no exigen más que una pequeña
restauración.
Caldas entonces les explica que la edición de
Fantagraphics usa el mejor material que podía existir para hacer casi sin
trabajo la mejor edición de todos los tiempos en color (Fantagraphics lo usa…
pero sin lograr hacer dicha edición) y que, para su trabajo, las buenas páginas
de antiguas ediciones NUNCA son muy buenas y siempre exigen por lo menos 12
horas de restauración.
Y es que el ochavo volumen es hasta ahora el
que envuelve más trabajo, muchísimo más trabajo. Es el primer de los volúmenes
para lo cual no se dispuso ni siquiera de una sola prueba. ¡Ni una! Todas las
planchas se obtuvieron de viejas ediciones y de páginas de periódico. Cada una
de las 104 planchas es el resultado, por decirlo de manera simplista, de una
mescla de partes de dos o tres fuentes distintas.
Aquí tienen un ejemplo (de la plancha 762) de
restauración, uno muy simple, en que la tercera imagen se obtuvo de partes de
las otras dos.
La primera imagen es de una edición brasileña
de 1991 y la segunda de un periódico americano, de la cual se borró el color lo
mejor posible. Cada una de las viñetas contiene elementos buenos que la otra no
contiene, y la construcción de la viñeta definitiva se obtuvo usando como base
la primera, en la cual se fueron encolando las partes mejores recortadas de la
segunda. Básicamente, es así que se hace la restauración de cada una de las
viñetas de “Príncipe Valiente”. Básicamente
y explicado simplísimamente, pero por varias razones es necesario mucho tiempo
para llegar al resultado final.
Destaco tres razones:
1-
No se pueden recortarse los pedacitos elegidos de la viñeta 2 y encolarlos todos de una sola vez en la viñeta 1, porque no encajarían en su sitio
exacto debido a que tanto en la edición brasileña como en el periódico ambas viñetas
sufrieron deformaciones que solo son perceptibles si se sobreponen una a la
otra; por eso se encolan uno a uno los pedacitos, algunos estirándolos un poco
y otros apretándolos para encajar exactamente en su sitio.
2-
Parte de la trama, deteriorada, hay que borrarla y sustituirla por nueva trama (ya
sé, ya sé que muchas gente prefiere que se borren todas las tramas y no se las sustituía,
pero Caldas piensa como los que prefieren que no se haga eso, además de que las
tramas más gruesas no es posible borrarlas y al mismo tiempo dejar intactas las
líneas en ellas inmersas).
3-
En el ejemplo del cual hablamos se utilizaron solo dos fuentes distintas, pero
generalmente se usan tres, siendo la tercera una versión de la página
originalmente hecha para los periódicos de tamaño “tabloide” (este fue el
material usado en la mayor parte de la antigua edición de Fantagraphics),
versión en que muchas veces son visibles líneas que no ven en la versión usada
por Manuel Caldas, que es la que se hacía para los periódicos más grandes – del
tamaño “standard” –, con tramas de puntos más pequeños.
Como ejemplo de una restauración en la cual
la versión tabloide de una página incluye algo que falta a la versión “standard”,
elegí este (de la plancha 827) ,
teniendo
las imágenes 1 y 2 el mismo origen de las del ejemplo de arriba, siendo 3 la
imagen de la versión tabloide y 4 la imagen restaurada. Se usó como base para la
creación de la imagen final la 1, en la cual se encolaron las partes buenas de
la 2, pero después fue posible mejorarla con algo de la 3 (la tabloide), como se
ve en la parte del rostro de Val oscurecido por el sombrero.
Fue haciendo esta labor, pocas veces difícil
pero siempre demorada, que Manuel Caldas pasó los últimos ocho meses de su
vida. Ahora llegó al fin de la restauración de las planchas del volumen y está
rotulándolas, para que en dos semanas el libro salga para la imprenta. Si alguien
cree ser capaz de ayudarle, y quizá de hacerlo más rápidamente, que dé un paso
en frente. Él se lo agradecerá mucho, y los seguidores de la edición de “Príncipe
Valiente” en orgulloso blanco, negro y grises también.
Vuestro,
Leónidas
Leónidas