...o 300 y picos

jueves, 20 de febrero de 2025

COMUNICADO DE MANUEL CALDAS

 

   Abandono el offset y abandono las librerías. Con excepción de uno que anunciaré tal vez en abril, a partir de ahora mis libros ya solo se imprimirán bajo demanda (POD, se dice en inglés) y se los venderé yo solo y directamente a quien me los pida. ¿Por qué? Muy simple: para no perder dinero.
    Explico y cuento...
   Hace unos tres meses estuve detenidamente (cosa que ni siquiera una vez al año hacía) mirando en la página de SD Distribuciones los registros de ventas de mis libros. Y pude constatar que lo que me temía es mucho peor: mis libros se venden cada vez menos, pero con caídas impresionantes. Por ejemplo...
   De mi primer Cisco Kid, publicado en 2011, se vendieron en librerías 575 ejemplares. De los siguientes dos, publicados simultáneamente en 2018, se vendieron 355. Y del siguiente, de 2020, solo 268. ¡Un desastre!
   Del primero de Casey Ruggles se vendieron 456, del segundo  355, del tercero 291 y del cuarto... 262
   Un verdadero desastre. Del quinto, lógicamente, se venderán aun menos.
   Y lo mismo así con Matt Marriott.
   Afortunadamente, Tarzan aun sobrepasaba los 400 ejemplares.
   A estos números se añaden los 70/80 ejemplares de aquellos con que siempre me he quedado para vender por correo y poder ganar con ellos el doble de lo que ganaría si se vendiesen en librerías.
   Los dos volúmenes de Cisco Kid publicados hace poco ya no los habría impreso en offset si me hubiera dado cuenta de que en las ventas entre el último volumen antes publicado y el anterior hay una gigantesca diferencia de 100 (¡cien!) ejemplares.
   Es verdad que vendiendo solo por correo venderé aún menos, pero la inversión en la impresión no implica ningún riesgo. Puedo imprimir 100 para empezar y después solo 1 más, o 2, o los que yo quiera. Y si la impresión offset tiene ventajas que le faltan a la impresión bajo demanda, por otro lado ya no habrá que vender al menos 300 ejemplares para pagar solo los costes de impresión.
   Afortunadamente, este cambio en mi vida como editor se me impuso precisamente cuando había entrado en jubilación. Por eso, seguiré haciendo lo mismo, para aun menos gente (pues obviamente que solo una pequeña parte de los que compran mis libros en librerías entrará en contacto conmigo para comprar lo que vaya publicando), pero también con la ventaja de que ya no tengo que preocuparme con lo que significan ventas bajas.
   Es como volver a mi comienzo: como editor de fanzines (que lo fui entre 1986 y 1999).
   ¡Para seguir en frente, con los que me quieran acompañar!

CON RETRASO, PERO PARA QUE AQUÍ QUEDE