Por JIR
Al concluir lo que ha sido paseo apurado y catálogo incompleto, corresponde agradecer. Primero, a los artistas que nos atraen y asombran. Luego, a quienes con anterioridad han subido a la Red el material que recopilamos para componer estos Cuadritos de lo Alto. Al administrador del blog, por su confianza y colaboración. Y, de manera especial, a los lectores cuya benevolencia e interés los traigan ahora ante estas líneas. A manera de despedida, un último puñado de ilustraciones.
Hace ya varias décadas, en una de las principales revistas de historietas de mi país, un especialista afirmaba en su artículo La religión en los cómics: “El sentimiento religioso está ausente del 9º arte… Las cruces, las iglesias, las monjas, los ‘Oh, Dios’, alguna parte de un rezo perdido entre millones y millones de cuadritos, convertidos en simples adornos icónicos, muestran cierta religiosidad, pero el verdadero contenido está ausente… Dios está desligado del cómic en todo su sentido real… Quizás los personajes de los cómics no necesiten de religión alguna”, etc. A pesar del tiempo transcurrido, probablemente todas esas sentencias encontrarían buena acogida en nuestros días. Una rapidísima consideración sobre las fuentes de inspiración literaria o artística o sobre la varias veces milenaria relación entre artes y religión habría alertado al autor, antes de cualquier revisión, sobre su despiste. Pero por alguna razón (“Yo soy ateo”, aclaraba), no pudo hacerla. Aquí hemos visto a los creadores poner las cosas en su lugar.
Por sus limitaciones expresivas, la historieta religiosa cristiana solo es capaz de fungir como llamador, aperitivo o trailer de la aventura mayor, que es el encuentro-confrontación con el mensaje originador de los relatos. Palabra --mejor que mensaje-- que podrá hallarse tersa y redondamente estampada sobre blancura de papel o encarnada en vidas imperfectas. Palabra de la que se ha dicho que es viva y eficaz, cortante como espada de doble filo, que reanima y renueva como la lluvia a la tierra y que no regresará a Quien la pronunció sin haberse cumplido.
Excelente trabajo
ResponderEliminarGracias, Miguel Ángel. Me alegro si te ha gustado.
EliminarLo mismo digo: ¡buen trabajo y muchas gracias por publicar artículos así!!
ResponderEliminarMuchas gracias (también por tus anteriores comentarios).
EliminarJamás me hubiera imaginado que Pepe Gonzalez (Vampirella) había hecho ilustraciones religiosas. Sobre Marilyn Monroe tropecientas, pero religiosas…Y tampoco Frazetta Pensaba en él mas como un pintor de guerreros.
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