Por JIR
Esta vez andaremos de aquí para allá por territorios de la Iberosfera tras ejemplos de cómics o ilustraciones asociadas al cómic con algún anclaje en lo religioso. La primera mención es para un título clásico de la Editorial Novaro de México: Vidas Ejemplares, publicación en formato de comic book dirigida a hacer conocer figuras del santoral católico, aunque también incluyó la subcolección Episodios Bíblicos. Salieron 430 números (entre ellos, numerosas repeticiones) desde 1954 a 1974, con los aportes de una quincena de dibujantes. Cuando Novaro se distancia de la producción de historietas, la serie será parcialmente reimpresa por Editorial Pin Pon en 1983 y por la Obra Nacional de la Buena Prensa desde 1986 a 2001. Material de este rubro temático fue presentado por la misma casa editorial en las colecciones Historia del Cristianismo (22 números, 1966 a 1968) y Mujeres Célebres (algunos de sus 160 números, 1961 a 1974). Dado el éxito de Vidas Ejemplares en países de habla hispana, la también mexicana Editorial Argumentos explotó esa fórmula en Biografías Selectas, colección de 236 revistas publicadas entre 1958 y 1963, la mayoría de carácter confesional. Más cerca en el tiempo, será Novedades Editores (luego NIESA) la que se inspirará en el viejo modelo para lanzar a la calle Hombres y Héroes (más de 400 números, desde 1987 hasta entrado el nuevo siglo).
No sería esperable que los mayores dibujantes portugueses se abstuvieran de abordar el gran milagro ocurrido en su patria. Abajo vemos dos ilustraciones de Augusto Trigo para la revista Mundo de Aventuras (Agência Portuguesa de Revistas, 1982) y dos páginas de Fátima, de Eduardo Teixeira Coelho (libro de Futura, 1985; reeditado como A Aparição de Fátima por Meribérica, 2001).
Muchos grandes representantes de la historieta argentina han dejado producciones en este campo temático: Bruno Premiani, Angel Borisoff, Hugo D’Adderio, Roberto Bernabó, Alberto Breccia, Carlos Roume, Alberto Salinas, Octavio Moraga, Julio Cotignola, Enrique Breccia, Ricardo Luis Olivera, Daniel Haupt, Martha Barnes, Carlos Casalla, Juan Arancio, Ricardo Villagrán, Marcelo Basile, etc. Vale la pena hacer una excepción al criterio de considerar solo al dibujo para referir ejemplos y resaltar una obra por su guión. Se trata de Gente de blanco, una serie “de médicos”, diferenciable de otras por la profunda religiosidad del protagonista, manifestada a menudo en largos textos de introspección. Muy querida por sus lectores, acumuló más de 200 capítulos en la revista Intervalo (Editorial Columba, 1975 a 1991), siendo la creación más personal de su autor, el escritor José Luis Arévalo.
Los dos inmortales más famosos echados a andar por el mundo y la
historia desde las costas del Plata se arrimaron a narraciones de la Biblia. Al
Mort Cinder de Alberto Breccia le toca descubrir un trasfondo
bizarro del relato de la torre de Babel (revista Misterix, Editorial
Yago, 1963). Y el Gilgamesh de Lucho Olivera en el
episodio El Nazareno será testigo del drama del Gólgota (revista D’artagnan,
Editorial Columba, 1980).
En España, atractivas puertas de entrada a la lectura fueron durante décadas las potentes ilustraciones de tapa de Antonio Bernal Romero, también historietista. Las clasificables en este género corresponden a encargos de Editorial Bruguera: La Biblia (24 fascículos en los que se presentó la versión de André Le Blanc) (1978) y algunos libros de las colecciones Historias-Juvenil (1968 a 1969) y Joyas Literarias Juveniles (1970 a 1983). También realizó las portadas de otra adaptación de la Biblia para niños (Susaeta Ediciones, 1987).
Como ilustradores de libros religiosos, vuelven a aparecer aquí (pero ahora publicados originalmente en su propio país) Jesús Blasco, con San Antonio-María Claret, de Juan Villanova (Editorial Claret, 1966) y José Bielsa, con ¿Quién es éste?, vida de Cristo para niños escrita por Joaquín Aguirre Bellver (Marfil, 1980). Amplía la lista Fernando Fernández, por su participación en Firmeza y ternura - Madre Petra de San José (Fleurus, 1989), El nuevo apóstol de la misericordia - Eugenio Oláez Anda (Fleurus, 1993) y Montse Grases - El secret d’un somriure (Editorial Casals, 1998).
Dos colecciones de tebeos educativos preparadas por la congregación salesiana tuvieron importante distribución en el mundo hispanófono: Héroes bíblicos (60 números) y Héroes de la virtud (24 números); ambas fueron publicadas por Ediciones Domingo Savio desde 1960 y reimpresas por Ediciones Don Bosco a partir del decenio siguiente. Entre sus dibujantes se destacaron Domingo Bladé y Domingo Margalef (este último, de obra pictórica conocida).
Continuaremos con ejemplos gráficos del tipo relatos ficcionales. Salomé,
de Esteban Maroto, es su adaptación de la tragedia de Oscar Wilde sobre
el final de San Juan Bautista. Se estrenó en la versión española de la revista Creepy
(Toutain Editor, 1980); poco después fue recopilada en el volumen Mujeres
Fantásticas (Toutain Editor, 1986) y muy recientemente, relanzada
como portafolio de ilustraciones (ECC Ediciones, 2019).
El Proceso, breve y hermosa pieza en todo debida a Antonio Hernández Palacios, fue su contribución para el libro colectivo Los Derechos Humanos (Ikusager Ediciones, 1985).
El Jesús de Enric Sió configura el caso más singular de este muestrario: la irrupción en el mundo contemporáneo de un sosías del maestro de Galilea. La aplicación del talento artístico de Sió a la ocurrencia es de agradecer, tanto si se tratase solo de un ejercicio lúdico sin ningún interés discursivo como si la trasposición temporal fuera excusa para una proposición sobre lo esencial y vigente del mensaje evangélico. Las inquietudes intelectuales del dibujante catalán y la presentación que hace el editor de la historieta como una “interpretación moderna” sugieren la segunda alternativa. El resultado es el que suele tener esa operación - de tradición decimonónica - de despojar al personaje (a este personaje) de lo que resulta inconveniente, incomprensible o insoportable para su deconstructor: una figura incapaz de seguir determinando vidas humanas y de haber sobrevivido al olvido tras veinte siglos de su desaparición terrena. Pero, de nuevo, se admira el arte de un gran autor. Dos episodios de Jesús, que pueden no haber sido los únicos realizados por Sió, salieron en la revista Totem (Editorial Nueva Frontera, 1978); un final sorpresivo y tal vez prematuro dio lugar a un tercer capítulo, a cargo de Nullo Cantaroni y Aldo Di Gennaro.
Los tebeos de Novaro son los que mas recuerdo de mi infancia, en temas religiosos, vidas ejemplares y otros muchos. Siempre tuve la sensación que los jefes de Novaro eran católicos y conservadores. De todas formas, como sencilla opinión personal, siempre tuve la sensación que los tebeos religiosos eran los que nos querían ver en nuestras manos a los padres y profersores pero no precisamente los que mas gustaban a los niños.
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