Dos de
ellos han respondido a Manuel Caldas de este modo:
“Debo reconocer que soy uno de los
300 que está siendo "infiel". No es porque no aprecie su edición, que
me sigue pareciendo excelente y de la que adquirí 11 números. La razón es que
los últimos números los estoy completando con la edición de tapa dura de
Fantagraphics y esto lo hago porque me apetecía disponer de una edición
razonable buena en color y, quizás más importante, en versión original en
inglés.
A lo largo de los años he
disfrutado de PV en sus múltiples ediciones, desde la iniciática aunque muy
limitada de Editorial Dolar, pasando por Burulan, B. O., Ediciones B, hasta la
suya que es indudablemente la mejor. El adquirir a la vez la suya y la de
Fantagraphics, me parecía ya un exceso, aunque cuando las comparo no estoy
seguro de haber hecho bien; el material en ByN que ha conseguido es tan
magnífico que me parece que el color no aporta mucho más.”
“Yo tengo los 13 primeros volúmenes
de su edición PV en byn. Y desde el nº 13 no he adquirido más. ¿La razón? Sinceramente
nunca los he leído, y una vez que me llegaban a casa y los miraba de corrido
quedaban arrinconados en las lejas sin verlos más. Sin embargo, la edición en
color, en inglés, de Fantagraphics, sí los miraba de vez en cuando. Este
problema lo he tenido casi desde el principio y, con el tiempo he descubierto la
razón de ello: son las tramas que lleva su edición, no las soporto, y le
restan embellecimiento al trazo de Foster. Sí, ya sé que es una imposición de
King Features, y que usted en los créditos afirma que no son suyas y quitarlas
impondría tocar el dibujo. Ojalá su edición en byn fuera sin tramado, entonces
estaría a la altura de los originales...
Y sí, también sigo la de color de
Dolmen, pero eso no ha sido razón de peso para enfriarme con la edición en byn.
El problema, repito, son las tramas que hacen que no me llene. Si hubiera
editado su edición de PV, en color, de seguro la situación actual sería
completamente diferente.”
Y usted, ¿por qué la ha dejado? O, ¿por
qué sigue con ella?
Sea como sea, Manuel Caldas jura
que no desistirá de completar su edición. Ni que tenga de mendigar para poder
pagar su producción. ¡Es una cuestión de honor!
Vuestro,
Leónidas